Facebook, Instagram, Twitter… todas las redes sociales estaban repletas de fotos de mis contactos en Notre Dame, la mía también, la que acompañé del siguiente texto: «Uno suele dar por hecho que hay cosas que jamás desaparecen, que hay lugares que siempre permanecerán regios e impasibles en la eternidad ante todos los pequeños seres que pasamos por delante de ellos, ellos guardarán la Historia mientras forman parte de nuestras pequeñas historias. Miro atónita, casi con la incredulidad de una niña como se quema Notre Dame, como si Ella fuera inmortal, como un súper héroe al que eso nunca pudiese sucederle. Siento tanta pena, siento que perdemos algo de nuestra Historia y de nuestras historias que quedamos reflejadas en fotos, dibujos, de lo que vivimos frente a Ella. La Cultura es Humanidad».

Creo que aunque lo escribí con las sensibilidad a flor de piel, con las llamas de la Catedral en mis retinas podría repetirlas una y otra vez cuando vuelvo ver las fotografías o vídeos de lo ocurrido. Hay lugares que forman parte de nuestra identidad, de nuestra Historia, son espacios que nos muestran nuestro progreso, nuestra evolución, lo que somos y lo que seremos capaces de hacer. Cuando algo les sucede, en momentos críticos y significativos, los sentimientos y conocimientos más universales como Humanidad, como sociedad, se mezclan con nuestros momentos individuales vividos en ese espacio, y pasan a cobrar más fuerza como un testigo referencial que forma parte de nuestra vida. Esa combinación de sentimientos es y será siempre una tónica que se repetirá en nuestro entorno patrimonial.

Cáceres es una joya patrimonial, cultural, pero, además, para mí, está llena de emociones, recuerdos, de anécdotas, está repleta de mi vida y de las y los que me rodean. Estas mismas palabras podría exactamente reproducirlas con respecto a mi pueblo y estoy convencida que vosotros y vosotras también.

Las imágenes tristes vividas con el incendio de Notre Dame lo pone de manifiesto, por más que alguno haya intentado desvirtuar el debate, incluso quienes quieren ridiculizan la personalización del espacio, Ella era de todas y todos nosotros, cuando pierde la cultura, perdemos todas y todos un poquito de nosotras y nosotras, pero sobre todo el conjunto de la sociedad.

Cuidar, mantener, invertir, fomentar la cultura es creer en la Humanidad.