Al torero cacereño Emilio de Justo que ayer en la Era de los Mártires de Cáceres demostró su valía y buen hacer en el ruedo durante la segunda corrida de la Feria de Mayo. El diestro salió por la puerta grande, igual que lo hizo El Cordobés. También toreó, no con esa misma suerte, el de Ubrique, el famoso Jesulín.