TEtl Gobierno de Extremadura quiere provocar en los ciudadanos una especie de "hambre controlada", cuidado, no es que quiera convertirnos en anoréxicos de repente para lucir pandero en las playas de Orellana, no, se trata de un sistema que pretende empujar a cada uno a "buscarse la vida" sin mano famélica de papá-gobierno o mamá-junta, como prefieran. Aquello que de forma tan brillante y "a la pata-la-llana" nos decían nuestros abuelos: niño aprende a ganarte las habichuelas, parece que ahora reverdece como la moda colombiana en los armarios. Se acabó lo que se daba, no pierda el tiempo haciendo cola en la puerta de cualquier consejería porque ya no se lleva, no está de moda, ahora lo más "cool" es que se busque usted la vida, se autoproclame emprendedor y no incordie pidiendo dinero público, usted deje de avasallar al político y dedíquese a producir, lo que sea, coles, lechugas o cebollinos, pero produzca, sea útil y emprenda cualquier cosa que haga florecer la economía. Vamos, vamos, camine.

O sea, que ha explotado la granada inspiradora de ideas, esto es, poner el ojo en algún lugar exótico del mapa y copiar la fórmula secreta del éxito. Tan fácil como buscar un atlas, y acariciar el cuerpo turgente de cualquier país en expansión, todo un alarde de política creativa que puso en marcha allá por el siglo XX, el abuelo de la política regional, Juan Carlos Rodríguez Ibarra con su encendida pasión por Internet y la Sociedad de la Información; Ibarra, el visionario de Olivenza que atravesó en solitario el desierto y La Siberia para "cablear" el gigantesco terruño convertido en el Robin Hood de la Informática. Ese hombre que desplegó en cada pupitre la quimera de un ordenador y albergó en su corazón la fantasía de convertir Extremadura en una especie de California sin surfistas... ¿Ficción o realidad? Que el tiempo lo juzgue.

Lo cierto es que no podemos aspirar a menos, no podemos languidecer en el cajón de las fotos bonitas junto al slogan tan manido y tan maldito que alguien nos ha colgado en la solapa (como esos floripondios que lucen Aguirre , Botella y Cospedal en sus ruedas de prensa) "Extremadura, la gran desconocida"... Oiga eso sería hace 20 años, mal iríamos de seguir llevando ese san benito como reclamo de la Marca.

Decía al principio que Monago se ha propuesto meternos en cintura a base de grandes fórmulas de aire fresco metidas en Startup... (ojo, esto no es un tapper al uso de esos donde usted mete su comida camino de la oficina o las sobras en la nevera), es justo el modelo que aplican en Israel, un ecosistema emprendedor que aspira a poner en práctica el gobierno regional. Realmente suena bien, porque Startup es... ni más ni menos lo que estaban esperando los extremeños con el cambio de signo político, el comienzo de una nueva era que superará con creces la anterior.

Como siempre que se intenta implantar una medida de este tipo en un determinado colectivo, se empieza a hablar de estadísticas, porcentajes, previsiones, gráficos y comparaciones con otras economías similares a la nuestra. Pero, ¿se habla de personas?; ¿se habla sobre las cualidades necesarias para ser emprendedor?; ¿se habla sobre el camino que tiene que recorrer un emprendedor desde que comienza su actividad, hasta que pasado un determinado tiempo consigue poder vivir de ella?; ¿quien promueve estas medidas de impulso a la actividad emprendedora, ha creado y mantenido una empresa por pequeña que sea en su vida? Pues la respuesta, como ya pueden intuir es NO.

XUN ERRORx cometido por muchas empresas y gobiernos ha sido no prepararse para las malas cosechas, pero estas irremediablemente llegan a veces para quedarse. Las claves que han permitido que florezca la innovación en una región seguramente no funcionen en otra. Nos piden evitar el pesimismo, de acuerdo, pero que nos dejen al menos contemplar algunas posibilidades partiendo de una premisa que el buen economista siempre contempla, y el buen político no debería despreciar: el éxito de una idea de negocio desarrollada y comercializada correctamente no está asegurado, del mismo modo, una agenda de innovación bien planteada puede no dar los resultados esperados.

Vaya por delante mi deseo de triunfo para las miles de Startups que van a sembrar emprendedores extremeños dispuestos a comerse el mundo con semejante inyección de estímulos que ha anunciado el presidente: no más dinero público, ya lo dijo Ibarra, "lo importante son las ideas y el talento" y debe ser verdad porque ahora Monago repite "más emprendimiento". Vamos, vamos, despierten, porque como advirtió Peter Nicholson , expresidente del Consejo de Academias de Canadá "la función de un Gobierno es encerar la tabla de surf, pero es la empresa quien realmente tiene que coger la ola".

*La autora es periodista