XTxan sólo quedan unos días para que la Ley del Tabaco entre en vigor, después de ser aprobada el jueves por el pleno del Congreso de los Diputados. Una ley que sólo ha contentado a los partidos políticos y que ha sido mal acogida por los hosteleros y quiosqueros de toda España que pueden ver mermados sus ingresos económicos de manera considerable. Ante esta situación ASNEPA ha solicitado al Gobierno que sea flexible en la aplicación de la referida ley, para no causar un inevitable quebranto económico a este sector, tan importante para el tejido productivo español.

El Gobierno ha creado una ley pero no un fondo de ayuda específico para que pueda ser llevada a cabo. La obligatoriedad de crear espacios separados para clientes fumadores y no fumadores en los locales de bares, cafeterías y restaurantes, supondrá un gran desembolso económico ante la necesidad de crear muros para separar físicamente a los clientes fumadores de los no fumadores. Esta situación implica la transformación de cualquier local para lo cual es necesario obtener una nueva licencia de actividad. Desde esta asociación pedimos que se alarguen los plazos de 8 a 24 meses para realizar estas reformas para que no suponga un elevado coste para el pequeño empresario. Consideramos que 8 meses es insuficiente y nos sumamos por tanto a la petición de los hosteleros de establecer un plazo de 24 meses para la adaptación de bares y restaurantes. Esta ley convierte a los empresarios de la hostelería en policías y guardianes del estricto cumplimiento de la norma, además de ser las principales víctimas de la actividad legislativa. Así, mientras al fumador que decida encender un cigarrillo en un establecimiento hostelero se le impondrá una sanción de 30 euros, al restaurante o local de ocio se le podrá sancionar con multas de hasta 10.000 euros.

Por otra parte, los vendedores de prensa también serán grandes perjudicados de esta nueva normativa, que sólo permite su venta en expendedurías de tabaco y timbre o a través de máquinas expendedoras. Sin embargo, la mayor parte de estos comercios no tienen el espacio suficiente para la instalación de estas máquinas por lo que serán obligados a dejar de vender tabaco a partir del próximo enero. Una medida que a los quiosqueros como trabajadores autónomos perjudicará enormemente y con la que manifestamos nuestro descontento empresarial.

El Gobierno debe adoptar un criterio sensato y realista para aplicar la ley, dando un cierto margen de flexibilidad en la forma de aportar medidas técnicas que permitan separar los espacios, de manera que se preserve el derecho a la salud y los intereses económicos de los empresarios autónomos del sector de la restauración. Pedimos al Ejecutivo que sea sensible ante los razonamientos expuestos por los representantes del sector económico, muy preocupados por los posibles perjuicios de la entrada en vigor de la nueva ley en España y que no son los responsables del efecto nocivo del tabaco, pero al parecer sí deben pagar para paliarlo.

*Presidente delegadode ASNEPA en Extremadura