La implantación de energías alternativas es una decisión de gran importancia para el futuro de nuestros pueblos, por sus consecuencias sociales, económicas, medioambientales y demográficas. El sector del Turismo Rural es uno de los más de los afectados, por su clara relación con el entorno rural, y como implicado en este sector deseo manifestar mi opinión.

Se está hablando mucho de la energía eólica y poco de otras energías alternativas, ¿por qué?, desde mi punto de vista, están en primer lugar subvenciones por kw producido. Deseo poner de manifiesto que todos estamos a favor de las energías alternativas incluida la eólica, pero no a cualquier precio ni en cualquier lugar .

El impacto ambiental está fuera de toda duda, no solo por el tamaño de aerogeneradores, a lo que hay que añadir, las obras necesarias para su implantación, así como, la red eléctrica para la evacuación.

Los defensores de esta alternativa, alegan que generará ingresos para los ayuntamientos y la creación de empleo.

XRESPECTO Ax la generación de ingresos para las arcas municipales, es evidente, pero no es menos evidente que ayuntamientos ricos , como Gata y Descargamaría en la Sierra de Gata, han perdido cifras muy significativas de población, según datos del INE. Lo cual demuestra que un ayuntamiento con recursos económicos, no garantiza el mantenimiento de la población. Soy escéptico respecto a la creación de empleo, la estabilidad de los mismos, así como si se van a contratar en la zona afectada. Mi escepticismo se basa, en datos extraídos del INE; respecto a Alcántara, que de los 3.500 habitantes en 1960, pasando los 4.600 de la época de los 70, hoy se reducen a 1694. Tanto Alcántara como Almaraz, han perdido población en el periodo 1996-2006. Hoy por hoy los dos principales recursos energéticos en Extremadura, no han logrado evitar la pérdida de habitantes, en el periodo antes citado, en los municipios donde están implantados. Parece haberse olvidado otras fuentes de energía alternativa, como la hidráulica, que en el pasado también movía molinos , aunque de otra clase, e incluso las famosas fábricas de luz , que producían la rudimentaria y escasa electricidad de entonces, soluciones tales como, pequeñas represas en las cuencas de los ríos podrían producir cantidades de energía, aparte de servir de abastecimiento a las poblaciones, especialmente en periodos de sequía, mantener el cauce de los ríos, además sería sin lugar a dudas, ser un recurso importante en la lucha contra los incendios forestales, al ser un lugar para poder cargar los vehículos de extinción de incendios. Todo esto dentro del máximo respeto al medioambiente y siendo escrupulosamente reglamentario con la política medioambiental más exigente .

La biomasa es otra de las grandes olvidadas, genera empleo, garantiza la recogida de material procedente de las podas y limpiezas en el campo, con lo cual se convierte por sí misma en una eficaz colaboradora en la lucha contra el fuego .

La implantación de estos nuevos recursos puede y debe ser positiva para la población, los empleos prometidos deben ser supervisados en la misma fase de adjudicación del proyecto y controlados posteriormente, para garantizar su estabilidad y calidad, así como que se invierta en la zona afectada, y no donde la inversión le sea más fácil y rentable a la empresa.

Es una decisión importante, y como tal ha de ser tratada, por un equipo multidisciplinario y de un modo colegiado. La solución que se tome ha de ser muy madurada, ya que afectará a generaciones futuras y no solamente se trata de resolver la situación financiera de las entidades locales. Tomar la decisión equivocada, además de resolver no nada, añadiría un nuevo problema a los ya generados por el desarrollismo de los 60-70 .

*Presidente de FEXTUR (Federación Extremeña de Turismo Rural)