Mañana hará un año del accidente del Prestige, y el consejero de Pesca de la Xunta, Enrique López Veiga (A Coruña, 1947), no sólo no se arrepiente de la nefasta reacción gubernamental ante la catástrofe, sino que acaba de soltar este soez comentario: "Con el alejamiento (de la costa), por lo menos les ha tocado a todos". Mal de muchos...

Esto lo dice un profesional experto y político veterano. López Veiga, biólogo y economista, que se dedicó a la investigación oceanográfica en el Instituto Pesquero de Vigo de 1972 a 1978, ha sido funcionario en la Comisión Europea y jefe del gabinete del presidente del Europarlamento José María Gil-Robles. Además, ya fue consejero de Pesca en la primera etapa de Manuel Fraga (1990-93), en la que, por cierto, se incendió el barco Mar Egeo.

El pasado septiembre, López Veiga declaró que "un cargo tiene que ser prudente en sus expresiones" cuando la periodista María Antonia Iglesias le pidió que concretara qué cofradías de pescadores de bajura tendrían problemas con su "plan de reordenación del sector". Y decía lo de prudente poco después de haber llamado "bellacos" y "depredadores" a algunos patronos opuestos a la reconversión en ciernes. Y es que el conselleiro ha advertido de que "en el mar no caben todos". Para ser más exactos, además del chapapote, sólo caben las multinacionales.