La educación es una herramienta indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia la paz, la libertad y la justicia social. La enseñanza es esencial en el desarrollo continuo de las personas y de la sociedad para lograr una mayor armonía que haga retroceder la pobreza, la exclusión, la intolerancia y las guerras. Es necesario que todos los protagonistas que están investidos de alguna responsabilidad presten mucha atención a los objetivos y a los medios de la educación.

Estamos a principios de un siglo que tiene que avalar la esperanza de un mundo mejor, que respete los derechos humanos, que practique el entendimiento mutuo y haga del progreso del conocimiento un instrumento de promoción del hombre y de la mujer. Ante este mundo globalizado, la educación debe permitir a todos, sin excepción, mostrar y potencia su talento y su capacidad creativa, lo que implica que cada individuo pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar su propio proyecto. La enseñanza es una de las claves de la vida.

Hemos de aprender a aprender, entre otras razones porque el mundo cambia rápidamente. Hace falta comprender al otro y saber vivir juntos conociendo a los demás, su historia, sus tradiciones, su espiritualidad. Hay que crear un espíritu nuevo que impulse la realización de proyectos comunes y la solución pacífica de cualquier conflicto. Que la memoria, la razón, la imaginación, las aptitudes físicas, el sentido de la estética y la facilidad de comunicación nos hagan reflexionar sobre la necesidad del ser humano de comprenderse mejor a sí mismo.

Severiano Talavero Tovar **

Casar de Cáceres