Así como el enterado de la política es el señor Casado , en otras menudencias, en la sociedad española está el enterado de automóviles. Este individuo tiene características ya de arquetipo dada su influencia en la sociedad. Suele aparecer en los momentos más inesperados y actúa siempre en plan Nosferatu. Está usted tomando una caña con un amigo y está hablando del nuevo automovil que uno desearía comprar. Pues el enterado está al quite. Resulta que estaba al lado con el oído pegado, e interviene en la conversación.

--Ustedes disculpen que me meta en la conversación, pero Toyota ha sacado un nuevo modelo de 16 válvulas que va a ser una revolución. Pero si lo que desean es seguridad, Citroën tiene un cinco puertas con aire climatizado que es una bendición. Ahora bien, si es para su señora, yo le recomendaría un Kia, que ha sacado un todoterreno que está demostrado que sube una pared y cuando quieran les hago una prueba porque yo tengo uno, aunque estoy pensando cambiarlo por un Toyota que tiene un Subaru que no vean...

Es tal la avalancha de posibilidades, que el cerebro no es capaz de procesar tanta información. El enterado por otra parte es incansable. Suele ser además un hombre que, además de su desodorante, lo ha abandonado su esposa, que se ha marchado con un vigilante jurado. No se sabe qué pasa que últimamente las mujeres abandonan a sus maridos por vigilantes jurados. Y concretamente el que nos referimos lo es, pues gracias a la cantidad de horas que se pasa vigilando aburrido se compra revistas de coches y está el tío que se sale.

Este tipo de hombres a su vez suelen estar muy solos y le huelen los pies. En fin, un desastre total.

*Escritor