WDwecenas de personas se quedaron ayer con la miel en los labios cuando fueron a recoger a las taquillas del Auditorio de Cáceres entradas para el concierto de hoy del cantante argentino Coti y los extremeños Jan y El desván del duende. La Dirección General de la Juventud, organizadora del concierto, había anunciado que se distribuirían alrededor de 1.100 entradas --el Auditorio tiene 1.150 localidades-- entre quienes se acercaran a las taquillas. Sin embargo, ayer sólo se distribuyeron 600, algo más de la mitad de las previstas. ¿Por qué? Nadie informó a los que habían hecho cola durante varias horas. Nadie de la Dirección de la Juventud atendió la llamada de este periódico, interesado en explicar a los que se quedarán sin entrar qué es lo que ha ocurrido. Posiblemente haya una razón, pero aunque la haya y sea muy justificada, quienes ayer se encontraron con que no van a poder entrar al concierto ya han sido burlados en sus derechos, entre los que se encuentra el de ser informados. El silencio de los organizadores no hace más que alentar sospechas de que el resto del aforo está "reservado". Tal vez las sospechas sean infundadas, pero para saberlo habría que haber explicado por qué no se repartieron todas las entradas previstas.