Escribir en el periódico tiene muchas ventajas y algún inconveniente. De estos solo mencionaré unos pocos, fiel al dicho "tú lo quisiste, fraile mostén, tú lo quisiste, tú te lo ten". Si escribo es porque quiero y si opino es porque se me permite sin merecerlo, mola, gratifica y, ante todo, desahoga.

No me extenderé en la eventual pereza traicionera, sequedad de ideas, falta de tiempo o ausencia de noticias. Circunstancia esta más propia de los meses estivales, de actualidad remansada y poco enjundiosa. No así este verano, dominado por el culebrón-escándalo "corromper es para siempre". Seré rarita, pero últimamente, la inflación mediática sobre el penoso asunto me provoca al punto una reacción rebelde de bloqueo.

Puede que sea ingenuo y poco inteligente despreciar el morboso alcance sensacionalista, puede que sea asco, pero el caso es que entre las innúmeras ventajas de ser columnista está la de opinar sobre lo que a una le pete. Hoy no voy a "barcenar" y sí a contarles que he tenido la suerte de visitar hace poco las ciudades de Granada y Cádiz y he vuelto reconciliada con la belleza, la paz, el arte, la historia, la pulcritud y el respeto por el patrimonio común. También he regresado verde. De envidia. Ambas joyas me han vuelto a enamorar. No solo por sus monumentos, sino por la limpieza de sus calles y el esmero en el cuidado de sus tesoros.

Y sostengo aquí que, por mi parte, debería ser prioridad de la alcaldía cacereña, limpiar sus fachadas, cueste lo que cueste, en lugar de proponer una remodelación de Cánovas, que valdrá un pastizal. El paseo es ahora un lujo tal como está, con algún arreglo menor, pulmón verde, remanso de paz, oasis de belleza, jardín botánico, zona señorial, lugar de recreo, centro comercial de la ciudad moderna, lugar ideal para juegos infantiles, descanso de ancianos, paseo de amigos, refrigerio y solaz.

Empléese los recursos necesarios en vigilar y punir a quienes empuercan la ciudad. No es misión imposible pues que en otras ciudades se logra. Acométase Cánovas cuando las vacas gordas. Si vuelven.