La presentación por parte de ERC de una enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado, decisión a la que probablemente se sumará el PDECat, es una mala noticia no solo porque agrava la inestabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez, sino porque las cuentas tienen un alto contenido social y benefician a Cataluña, que sin Presupuestos dejará de ingresar en las arcas de la Generalitat unos 2.200 millones de euros. Por primera vez, la cifra de inversiones casi alcanzaba el porcentaje de Cataluna en el PIB español, tal como recoge la disposición adicional tercera del Estatut. ERC ha justificado la enmienda en el hecho de que no haya habido por parte del Gobierno «movimientos» en el trato a los políticos independentistas presos y en el derecho de autodeterminación. En realidad, se trata de tensar la cuerda y marcar el terreno ante la inminente celebración del juicio en el Tribunal Supremo porque Esquerra sabe que el Gobierno no puede tomar decisiones que dependen del poder judicial y, en cuanto al derecho de autodeterminación, el Ejecutivo socialista ha dicho siempre que en este asunto no podía haber concesión alguna. Si antes del día 12 no hay ningún cambio, la devolución al Gobierno de los Presupuestos puede propiciar o una mayor debilidad del Gobierno o unas elecciones anticipadas que pueden acabar con la triple derecha en la Moncloa.