Pavonearse del propio error es lo peor que puede hacer una persona, aun apellidándose Pavón . Todos cometemos errores, aunque, desde luego, unos más que otros. Cualquiera que sea consciente de sí mismo, cuando yerra trata de enmendar el traspié o, por lo menos, no presume de su pifia. Pero hay personas y grupos que parecen haber hecho del error su manera de ser, como si el desacierto incorregible formase parte de su naturaleza. Lamentablemente esto es lo que parece pasarles a determinados políticos de IU, como Santiago Pavón, y a ciertas estructuras de la coalición de izquierdas, tan necesaria para el contrapeso de los salvajes liberalismos nacionales y que, sin embargo, está llamada a desaparecer a medio plazo del panorama político español, donde queda ya como fuerza residual en lo local, en lo autonómico y en lo nacional, a pesar de la valía y la capacidad de muchos de sus dirigentes y militantes.

Lo ocurrido en Cáceres es un ejemplo palpable de esto. Hay que meter muchos palos en las ruedas del carro y poner muchas piedras en el camino a seguir, cuando una alcaldesa de la moderación y la paciencia de Carmen Heras se arriesga a romper un pacto que la deja en minoría, con tal de no seguir soportando la tabarra de su socio, quien, encima, se pavoneó después diciendo que le "daba pena de esa mujer", cuando, en realidad, es don Santiago Pavón quien la da.

Felipe Vela con su Foro Ciudadano unipersonal y el PP cacereño han dado muestras de responsabilidad y generosidad al no aprovechar la coyuntura para reeditar pinzas del pasado, de infausta memoria, el primero, porque sería el colmo de la contradicción volver sobre sus pasos y el segundo, porque eso sería hacer el cangrejo -por los quelíceros-, es decir, ir para atrás.

Pavoneándose pavoneándose, IU de Cáceres ha pasado de ser el tercero a ser el cuarto partido de la ciudad por número de votos, lo cual no deja de ser el aviso previo a la desaparición, como ha ocurrido en la Asamblea de Extremadura.

En IU hay mucha gente válida, extreordinarios de verdad en la vida local y regional de nuestra región. Pero, lamentablemente, parecen predominar los que cometen errores garrafales y encima se pavonean de ello. ¡Lástima de coalición!