TEts humana cosa el pecar y el errar. Una editorial ha cancelado la edición de La Biblia de la pasta por una errata. Una receta especificaba que había que añadir sal y personas negras recién molidas pero los macarrones iban a resultar bastante indigestos. La confusión de tres letras en people por pepper ha costado 18.000 dólares. Ramón de Garciasol , que veneraba a su mujer, escribió que cuando Mariuca dormía , él se iba de putillas. Error fatal. Era puntillas. No sabemos cómo reaccionó Mariuca. En la primera edición de Arroz y tartana , Blasco Ibáñez contaba que aquella mañana la protagonista se levantó con el coño fruncido. Pifia soberana. El impresor cambió la e de ceño por la o. En cierta revista se anunciaban unas jornadas de literatura de micción. La confusión de la m con la f propició la jocosa relación entre la orina y la imaginación desbordante. Un periódico deportivo relataba que a un atleta le habían dado por buenos los dos primeros saltos, pero el tercero se lo habían dado por culo. Confusión entre c y n. Las humildes letras carecen de significación pero su valor distintivo es total y cambiarlas produce desde diminutos chistes hasta auténticos desastres económicos. Todas estas anécdotas las escuché en un programa de radio donde no se insulta, no se crispa, no se hace politiqueo barato. Da gusto. Si no son ciertas merecen serlo porque aunque algunas parecen leyendas urbanas, a menudo la realidad supera la ficción. Recuerden a ZP que animaba a follar. Anda tan tensionado ahora el ambiente que yo voy de periódico en periódico en busca de la errata desternillante y minúscula mas entre la nube de cenizas, el caso Garzón , el pulso entre Montilla y el presidente y demás desastres solo hallo errores mayúsculos como confundir el escudo de los Reyes Católicos con el franquista aunque haya gente empeñada en probar que sus Majestades eran fascistas redomados. Peor es echar hormigón sobre las tumbas de los republicanos. Mucho mejor las humildes erratas. Y eso que sus responsables, como en el recetario de cocina, a veces pagan por ellas.