XCxon la resaca todavía de más de una semana de alabanzas y loas a la supuesta defensa de los derechos humanos que llevó a cabo Juan Pablo II durante su papado, algo que casi nadie ha puesto en duda, a pesar del alto grado de conservadurismo y ortodoxia moral que ha predicado y, con mis propias dudas razonables sobre esta afirmación, ningún medio de comunicación, a excepción, lógica, de Tele 5, ha advertido que hace dos años ya que murió asesinado por el Ejército estadounidense el periodista José Couso .

Dos años después todo sigue igual. El gobierno de José M Aznar dio por buenas las excusas ofrecidas por la administración Bush , según las cuales, las guerras son un lugar muy peligroso y la muerte de Couso era, poco menos, que un daño humano (y colateral), difícil de evitar. Nadie ha sido juzgado por este asesinato en toda regla.

El Ejército de Estados Unidos conocía, perfectamente, que el hotel Palestina era el lugar en el que estaban todos los corresponsales extranjeros no norteamericanos, y por tanto independientes de cualquier autocensura patriótica.

Desde Antonio Baquero de El PeriOdico hasta Olga Rodríguez de la SER, Mónica García de El Mundo o Jon Sistiaga de Tele 5, pasando por los periodistas de Reuters, Associated Press, BBC o Sky News coinciden en un dato: el tanque que disparó contra el piso 16 del Palestina sabía que estaba disparando sobre los objetivos indiscretos, para sus intereses, de las cámaras de televisión de medio mundo.

Además, el día que murió Couso, el mismo ejército de salvación de todos los malos endémicos del mundo, léase ejército norteamericano, bombardeó y destruyó la sede de Al Yazeera y treinta minutos después la corresponsalía de la televisión de Abu Dhabi. Todas ellas, incluido el Palestina, fuera de las áreas donde estaban situadas las bases de la resistencia iraquí.

El último capítulo de esta violencia de los norteamericanos contra los periodistas independientes en Irak ha tenido lugar este mismo año cuando, después de ser liberada de un secuestro, la corresponsal del italiano II Manifiesto ha estado a punto de perder la vida al ser atacada por estos soldados.

No me extraña que los yanquis no quisieran testigos independientes y objetivos que informaran sobre las consecuencias, las verdaderas, no las enmascaradas como esa supuesta democracia y libertad en la que vive ahora el pueblo iraquí. Consecuencias como las más de 140.000 personas que han perdido la vida durante estos dos años, las humillaciones y vejaciones que han sufrido los prisioneros encarcelados en Abu Graib, símbolo paradójico de la represión y la tortura de Sadam Hussein , o los atentados que día sí día también se suceden en una cadena interminable de muerte y desolación.

Dos años después la memoria, débil, de este país se ha olvidado de José Couso, hemos olvidado que la administración de Bush todavía no ha dado ni excusas a su familia. Ya no están Aznar y la pizpireta Ana Palacio , cómplices de Bush tanto en la guerra como en el encubrimiento del Ejército norteamericano, por lo que Zapatero tiene la obligación ética y moral de no dejar que nos olvidemos de Couso y de no dejar que los culpables nunca sean juzgados. Porque es justo y necesario.

*Portavoz de la Asociación de

Derechos Humanos de Extremadura