TAtla hora de escribir este artículo me encuentro angustiada, como una excelente alumna mía al leer La Metamorfosis de Kafka . Se me ha metido en la cabeza que España toda es un gigantesco Gregorio Samsa que, tras imparable deterioro, se ha despertado convertido en un monstruoso insecto.

Después de que el Gobierno haya cumplido escrupulosamente lo ordenado y no lo prometido al pueblo que le votó, abril primaveral, cuando debería estar prohibido sufrir, se despide con unos datos del paro que sumergen al país todo en una situación de absurdo intelectual y emocional y a más de seis millones de españoles en una tragedia que no cesa.

Tras múltiples previsiones, razonamientos, explicaciones y anuncios, nuestro herido, amado y entrañable escarabajo llega a una cifra récord de parados y, como el mal padre de Gregorio, el impertérrito Olli Rehn arguye que eso es inaceptable, que la víctima es culpable y tiene que hacer algo. ¿Algo más que obedecer? Es para llorar.

El otro día en la 13 de televisión un contertulio insinuaba a Monago que debía aguantarse con los escraches. Este respondió sin pelos en la lengua que en su sueldo no entraba soportar acosos. El levantisco respondía irónicamente que la promesa fallida de que antes que hacer recortes sociales en Extremadura se cortaría un dedo justificaba lo de: "Se busca a Monago, con dedo o sin dedo".

Al presidente también le vi angustiado. No por el acosador. Por el paro. A mí me angustia, como Kafka a mi alumna, que tertulianos progres condenen tibiamente la violencia ante las casas o ante el Congreso. Y que el Gobierno afirme tibiamente que el 27% de paro (el 34 en Extremadura) es una tragedia. Tanta tibieza es para llorar. Para vomitar. Cuando los angustiados de a pie solo deseamos que se aparquen las diferencias, se deje de justificar el fracaso actual con la herencia recibida, se acabe el chulesco "Tú no eres nadie para darme lecciones" y se emprendan políticas consensuadas mirando por el bien del pueblo y no del ombligo propio. Para Gregorio Samsa ya es tarde. ¿Y para nosotros?