Izquierda Unida (IU) viene reclamando desde hace años la reforma de la Ley Electoral de Extremadura para que el umbral a partir del cual se obtienen escaños en la Asamblea sea del tres por ciento de los votos válidos y no del cinco como ahora. Tanto el sistema que reivindican como el actual vigente le dan la llave para decidir sobre el futuro más inmediato del Gobierno extremeño, porque solamente PP, PSOE e IU superan dicho tres por ciento. Otra cosa es el sistema electoral que recoja la voluntad de los extremeños en términos de representación real: sería el sistema de proporcionalidad pura y en la circunscripción única de Extremadura. Pues bien, por la aplicación de dicho sistema en las elecciones recientemente celebradas nos daría el reparto de los 65 escaños de la Asamblea, y teniendo en cuenta los 665.523 votos válidos emitidos, de la forma siguiente:

PP-EU, 30 escaños por sus 307.558 votos; PSOE-Regionalistas, 28 escaños por sus 289.467 votos; IU-V-SIEX, 4 escaños por sus 37.096 votos; UPyD, 1 escaño por sus 7.062 votos; IPEX, 1 escaño por sus 4.675 votos y Ecolo Verdes, 1 escaño por sus 3.855 votos.

Este reparto vendría a dar satisfacción a lo que Pedro Escobar llama "la voluntad del pueblo extremeño". Significaría que como PSOE junto con IU no alcanzan la mayoría de 33 escaños, podría el PP lograrla sumando los escaños de UPyD, IPEX y Ecolo Verdes; también habría otras combinaciones; por ello, la llave y responsabilidad no estaría sólo en las manos de IU, porque habría cuatro llaves. Las otras tres en manos de cada una de las tres restantes organizaciones depositarias de la voluntad del pueblo extremeño.

Como no ha sido así la representación legal, es IU quien tiene la posibilidad de llevarla a la práctica en el marco de las asambleas abiertas que ha planteado celebrar antes de tomar una decisión final sobre Investidura y Gobierno de la Junta. Bien podrían estar en las mesas que presidan dichas asambleas representantes de las tres organizaciones: UPyD, IPEX y Ecolo Verdes para que al fin sea recogida la voluntad del pueblo extremeño en términos reales de representación. Además, la responsabilidad final estaría más compartida; cosa que da mucho juego en términos políticos y personales.

Víctor Rodríguez Corbacho **

Mérida