TAtl octogenario escritor don Eliseo García , abuelo de mi buen amigo Carlitos García , le acaban de dar una mala noticia: su editorial ha decidido, de momento, no publicar su última novela El contrato de Caín en castellano, su lengua originaria. La editorial catalana, que en principio había confirmado a don Eliseo la publicación de la novela en castellano y catalán, ahora determina que, en principio, la novela sólo será publicada en catalán, y posteriormente, si el mercado lo demanda, saldrá en castellano. Ni que decir tiene que esto a don Eliseo le ha dejado en un mayúsculo estado de frustración. Es por eso que anda todo el día por la casa refunfuñando exaltadamente su disconformidad con lo que él llama desajustes en la comunicación . "En el fondo, la multitud de idiomas y lenguas que existen en el mundo tan sólo sirven para incomunicar, o lo que es lo mismo, para que la cultura de los distintos pueblos no pueda trasmitirse fluidamente de unos a otros. Ahora eso sí, luego vienen los lingüistas de turno defendiendo la no extinción de los dialectos, lenguas e idiomas en beneficio de la cultura, ¡vaya incongruencia! Y ya no hablemos de algunos políticos, que utilizan la lengua como una herramienta personalizada que les sirve para justificar sus intereses separatistas", exclama cabreadísimo el disgustado anciano. No sabe qué hacer, si dar su conformidad a la editorial o renunciar a publicarla.

Es de entender que don Eliseo tenga ese monumental cabreo. Ha dedicado toda una década a escribir El contrato de Caín ; y que aún seguiría inmerso en sus mil trescientas trece páginas si su nieto Carlitos no le hubiese facilitado la Olivettiword , ese híbrido informático tan útil.

Me ha dicho Carlitos que su abuelo anda ahora trabajando en una novela que se titula La esfera duplicada . Se trata de una historia de ciencia-ficción que le inspiró la novela Solaris del escritor polaco Stanislav Lem . Cuenta lo que le sucede a tres astronautas que durante un viaje espacial descubren un planeta idéntico a la tierra, incluso sus habitantes son los mismos que habitan la esfera terrestre, como si fuesen clones. Pero al contrario que en la tierra, esos seres no conocen la guerra porque su globo terráqueo no está dividido en países, no existen las religiones ni las banderas, y ellos se entienden muy bien porque todos hablan el mismo idioma.

*Pintor