La ESO de los 1.000 euros se consagra en Extremadura, ahora además se mejora, según Cristina Teniente , ampliándose a mujeres mayores de 25 años, y como viene siendo habitual últimamente con sorpresa mediática y noticia "boom", de la que algunos políticos viven exclusivamente. El colectivo agraciado ha sido el más recurrente y políticamente más rentable, las mujeres sin límite de edad, paradas de larga duración, y con cargas familiares.

Al parecer nuestro Gobierno entiende que para tener más de 25 años, cargas familiares, estar en paro y querer estudiar solo puedes ser mujer. Por otro lado la ayuda de 465 euros mensuales, 4.185 euros en total, ni siquiera está ligada a la obtención de la ESO, basta con matricularse y quiero suponer asistir, por lo que el éxito de matriculación está garantizado, de hecho hay alguna que se está arrepintiendo de haber estudiado en su día.

No crean que estoy en contra ni muchos menos de las ayudas a parados y paradas, estoy en contra de vincular una recompensa económica a la obtención de un título de Secundaria cuando existen mecanismos para poder acceder a la obtención de dicho título, además del perjuicio en la motivación que puede causar y que está causando en aquellos alumnos que cursan los últimos cursos de la ESO y que ahora saben que no solo no es su última oportunidad, que después de suspender, hay gratificación por estudiar o mejor, por no estudiar, lo que altruístamente están estudiando.

Sin embargo hay algo bueno en todo esta sinrazón, la posibilidad de estudiar y titular la FP a partir de los 16 años en colaboración con municipios, entes, empresas... y además no conlleva gratificación, excepto la consabida beca a las mujeres por querer estudiar, una discriminación positiva para algunos y discriminación en toda regla para otros, en ambos sentidos, para la ESO gratificación, para la FP no, para las mujeres paradas con carga, beca y para los hombres parados con carga no.

En definitiva, mientras mi Jorgito , se debate entre terminar con 17 4º de la ESO o terminar, moto incluida, con 18, mi Andreíta , que se apuntó a adultos con 19 y con un churumbel, ya está retirando la matrícula a esperas de la convocatoria para saber cuantos años puede matricularse sin sacar el título. Más problemas tiene mi otro hijo, el Angelito , que con 12, tiene que estudiar todavía.