Esos detalles machistas femeninos

THtace unos días presencié en una gasolinera una escena que no veía desde hace tiempo, quizá porque soy de los ciudadanos afortunados que no necesita coger el coche con asiduidad y por lo tanto apenas reposto. El guión podría ser el siguiente: Un hombre detiene su coche junto a un surtidor de gasolina, se baja del vehículo, abre el tapón del depósito y le dice al vendedor que lo llene. Este toma la manguera y la deja metida en la boca del depósito. Enseguida otro automóvil conducido por una mujer joven se detiene junto a otro surtidor. El vendedor se dirige hacia el vehículo a la vez que su conductora le ofrece una llave sacando el brazo por la ventanilla. El vendedor toma la llave, abre la tapadera del depósito e introduce la manguera en el surtidor. Espera un momento, saca la manguera, la cuelga, cierra el tapón del depósito y entrega la llave a su propietaria a la vez que toma de ella veinte euros. Luego el vendedor vuelve a ocuparse del primer vehículo, que aún sigue recibiendo combustible. El propietario de este vehículo trasmite al vendedor su aversión al comportamiento de la conductora a la que ha atendido, aludiendo al flaco favor que este tipo de gestos hace a las mujeres que se esfuerzan por igualar sus derechos a los del hombre. El vendedor comenta al cliente que aún quedan muchas mujeres que repostan sin bajarse del coche.