TCtreo que hay que dar la voz de alarma: si hace poco perdíamos un diputado, ahora es la Confederación española de organizaciones empresariales (CEOE) la que nos excluye de un pretencioso plan de inversiones porque somos 4 gatos.

Esta es la señal de que debemos revisar el rendimiento sexual del paisanaje y cachear el sacramento para subsanar las deficiencias en el débito conyugal. Para ello nada mejor que lubrificar los trebejos y estimular adecuadamente ese barullo de hormonas, feromonas, dopaminas y endorfinas con viagras, brebajes caseros o urgüentos y dedicarse al ayuntamiento carnal entusiásticamente si no queremos que la reserva desaparezca.

Nosotros tan machos, tan recios, tan conquistadores, no somos nadie según la estadística; presentamos una deficiente hoja de servicios que nos hace sospechosos de un general decaimiento en lo racial, causa de la carencia de personal y no tan evidente de la privación de infraestructuras a que nos quieren someter los planificadores del futuro.

No nos queda otra: o espabilamos o nos sacan del mapa. Así que a por las despabiladeras; --aquellas tijeras romas que se utilizaban para enderezar la torcida de los candiles-- y a cumplir como gatos panza arriba o, si es menester, panza abajo.

*Licenciado en Filología