THtablan los argumentos que justificaban la entrada de España en la guerra de Irak, de alianza, amistad y tradición, y señalan que la postura antibelicista es fruto del pancartismo de Zapatero o un odio africano a los Estados Unidos. Me permito apelar a eso que está de moda, la memoria histórica , y ofrecerles dos perlas sobre lo que, a veces, se ha ocultado bajo nuestro ardor guerrero desde tiempo inmemorial y de las barbaridades a las que se puede acceder desde esa tradición de aliancismo: "...parece ser que Serrano Suñer actúa de acuerdo con lo que manifestó hace tiempo: que una provocación de Inglaterra es indispensable para que la unidad ideológica se restableciera en España; si era preciso, habría que propiciar esa provocación" (Telegrama secreto n.º 2251 del embajador alemán en Madrid, Stohrer, del 28 de junio de 1941, a las 14 horas y 35 minutos, recibido por el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Ribbentrop, el 28 de junio de 1941, a las 18 horas y 10 minutos).

"La guerra es una necesidad para España por razones de política interior: es la única manera de que queden en segundo plano las disputas de política interna y de que se aúne toda España en la lucha contra el enemigo exterior. Una guerra contra Portugal supondría que las riendas de la nación se pusieran en manos de sus dirigentes naturales (los generales)". (Palabras del ayudante de campo de Franco, comandante Navarro, recogidas por el coronel Kramer, Agregado de Aviación en la Embajada de Alemania en Madrid y enviadas por telegrama a Ribbentrop por el embajador Stohrer el 7 de mayo de 1941 con número de documento secreto 211).

*Dramaturgo y director del Consorcio

López de Ayala