WEwl Banco de España ha aportado algunos datos sobre el estado de la economía española que enfrían el excesivo optimismo con que nos explican, el Gobierno y los portavoces empresariales, que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) y del empleo por encima de la media europea son un buen síntoma. De mayo del 2004 al del 2005 han seguido aumentando las importaciones (12,9%) muy por encima de las exportaciones (4,7%). Si además se reduce el saldo neto de ingresos que aporta el turismo en España, y las subvenciones de la Unión Europea cada vez son menos significativas --dos registros claves de la entrada de capitales foráneos--, la conclusión es que tenemos la balanza de pagos más preocupante de la última década, cuando España alcanzó, por mérito propio, ser fundadora del euro.

Hoy los españoles estamos viviendo a crédito, gastamos más de lo que somos capaces de producir. Compramos más productos extranjeros que españoles porque son más competitivos. A nuestro bienestar también contribuye que importamos ahorro extranjero, atraído por el boom inmobiliario, mientras que apenas se compensa con las inversiones que hacen en el exterior las empresas españolas. Son datos que avisan de la vulnerabilidad del modelo actual.