XExn los últimos tiempos, los medios de comunicación vienen haciéndose eco de la existencia de grandes proyectos energéticos que, según nos dicen, diversos promotores pretenden llevar a cabo en Extremadura. Así, recordando sin tirar de hemeroteca, se nos informó de la presentación al presidente de la Junta de Extremadura del proyecto de construcción de una planta de bioetanol en Campanario, que absorbería todo el maíz de las Vegas del Guadiana; del inmediato inicio de una planta de producción de biodiesel en Valdetorres; de la existencia de, ¡cinco!, proyectos para construir otras tantas centrales de ciclo combinado, (todas ellas en el entorno de Mérida) y del proyecto de construcción de una refinería de petróleo, de la mano de Alfonso Gallardo .

La última noticia, reflejada a toda plana en la portada y primeras páginas de EL PERIODICO EXTREMADURA del día 10 de septiembre, informa que dos grandes plantas eléctricas termosolares se instalarán, a medio plazo, en Extremadura, las cuales producirán nada menos que 100 megavatios cada una, si bien Luis Crespo al día siguiente reduce la cifra a 50.

Las noticias, --varias de ellas desmentidas por el transcurso del tiempo y otras cuestionadas por razones técnicas o económicas--, no sirven más que para generar confusión sobre las posibilidades reales que existen para desarrollar nuevos proyectos energéticos en nuestra región, y frustración en quienes piensan, con razón, que las energías renovables pueden llegar a tener un nivel de desarrollo aceptable en nuestra región.

Para poner la última información comentada en sus justos términos, hay que indicar que, en España, al día de hoy, no se comercializa ni un solo kilovatio solar termoeléctrico; que la otra tecnología de aprovechamiento de las radiaciones solares, la fotovoltaica, apenas alcanza los 7 megavatios de potencia instalada en España; que el Plan Nacional de Energías Renovables establece como objetivo, para el año 2012, la instalación en toda España de 200 megavatios solares termoeléctricos, a través de la construcción de plantas de demostración semi-comerciales; y, finalmente, indicar que en Sanlúcar la Mayor (Sevilla) no se ha inaugurado hace escasas fechas, como informa EL PERIODICO EXTREMADURA, la primera fase de una planta de energía solar térmica de 100 megavatios, sino que se ha puesto la primera piedra de un proyecto de demostración, (que cuenta con importantes ayudas de la Unión Europea y de la Junta de Andalucía) y que tendrá una potencia instalada de 11 megavatios, cuando esté finalizado.

En definitiva, en el horizonte que puede vislumbrarse a medio plazo, nuestra situación relativa en el contexto energético español no va a cambiar sustancialmente, salvo que en el proyecto de la refinería salga adelante (la presencia de Gallardo en su accionariado creo que es el único argumento que lo avala), o salvo que la Junta de Extremadura apueste, decididamente, no como hasta ahora, por las energías renovables.

*Director de la Consultora DEPAEX