WMw ás de 58.000 extremeños están pendientes de que les vea el médico especialista para una consulta o para una operación. De ellos, 4.000 llevan esperando más tiempo del que por ley el Sistema Extremeño de Salud (SES) se ha dado, a partir del cual se les tiene que proporcionar la asistencia aunque sea en la sanidad privada con cargo a los fondos públicos. Ese tiempo máximo es de 180 días para entrar al quirófano desde que el médico decidió que había que operar y 60 para la consulta del especialista desde que el paciente fue derivado desde la Atención Primaria.

¿Son muchos pacientes los que esperan? ¿Son pocos? De entrada, un sistema sanitario universal como el nuestro tiene --y debe tener porque de lo contrario significaría que sufriría un descontrol presupuestario que lo pondría en peligro-- listas de espera. La cuestión está en que esa espera sea asumible. De los últimos datos se deduce que en los seis primeros meses del 2009, el SES ha reducido en casi 3.000 personas las listas totales y casi en mil las que sobrepasan los tiempos máximos establecidos por ley. Son buenos datos en términos generales, aunque es lógico que la espera siempre será demasiado dilatada para cada caso particular. Con todo, no oculta el déficit de especialistas que sufre el SES y su descompensación entre especialidades quirúrgicas y médicas. Basta para comprobarlo en reparar que de los 4.000 pacientes que esperan más de lo permitido, solo 15 están pendientes de operarse.