TJtesús es un personaje atractivo no solo por su mensaje espiritual, sino porque sus palabras, que suelen tener relación con lo bueno y bonito, lo que hace la vida más soportable y llevadera, son también inteligentes. No es mi intención, aunque sea domingo y yo una humilde profesora, sermonear. Doctores tiene la Iglesia. Mas permítanme acercarme a Cristo como pensador tolerante, práctico y conocedor de la naturaleza humana, que tiene algo interesante que decir incluso al no creyente, tan legitimado a leerle y meditarle como el practicante más devoto. Múltiples son sus consejos. No todos fáciles de seguir. Los hay exigentes como el de poner la otra mejilla, heroicos como "deja todos tus bienes y sígueme" e imposibles como "si tu mano te escandaliza, arráncatela". Los hay sencillísimos, como el dirigido a la multitud dispuesta a apedrear a la adúltera: "El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra". Por su boca hablaba la sensatez y la justicia, aunque también la misericordia y la piedad.

Estas reflexiones, fruto de mi católica educación y de mi feliz niñez en colegio de monjas, se me ocurren estos días cuando los extremeños no salimos del asombro. Puede que sea demasiado pedir a nuestros dirigentes misericordia y piedad en su quehacer público, pero estamos legitimados para exigirles sensatez y justicia. Y, la verdad, hoy, "los hunos y los hotros", como dijera Unamuno , parecen empeñados en ver la paja en el ojo ajeno y no percibir la viga en el propio. Cese ya este baile bochornoso de primos, cuñados, hijos de la hermana de la suegra y demás pamplinas. Pare ya esta espiral no diabólica sino cutre. Gobiernen y gestionen el hoy que no es hora de mirar al pasado. Controlen y hagan oposición seria, que no es hora del "Y tú más". Y todos, prediquen, por favor con el ejemplo. Porque cuando ayer hemos sabido que la pobreza aumenta inmisericorde en España mientras disminuye la ayuda pública y anteayer que el paro alcanza en Extremadura a 125.050 inocentes, sus trifulcas deben cesar. Por su bien y el nuestro.