Lechuga envasada en plástico, manzanas cubiertas de plástico, carne en bandejas de poliestireno..., pero eso sí, te doy la opción de comprar una bolsa reutilizable y, sino, a pagar dos céntimos por una de plástico. ¿Qué tal si establecemos un orden lógico y coherente? Obligar a las grandes empresas a anular el plástico para así lograr unos mayores resultados y no simplemente promulgando una ley que obliga a pagar las bolsas de plástico haciendo creer a la población que de verdad les preocupa el cambio climático y la contaminación.