Expertos del Partido Popular consideran que está sellada su victoria, atendiendo al resultado del último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas. En este escenario se comprende la afirmación de Rajoy en el mitin celebrado en Cáceres el sábado pasado: "Quedan 162 días para que se produzca el cambio político en Extremadura". La certeza sobre la victoria es tal que uno de los barones populares más relevantes ironiza: "En el partido hay algunos que ya se están repartiendo las embajadas, no los ministerios".

Paralelamente líderes mundiales (Blair, Clinton, González) reunidos en Nueva York buscan vías para luchar contra la Gran Recesión. La reunión de alto nivel pretende marcar así una nueva fase en la iniciativa Progreso Global, así como sentar las bases para las discusiones que en abril tendrán lugar en Madrid, en el marco de la conferencia Generación futura, orientada a formar una nueva hornada de líderes.

Manifestar que la fecha de la Operación Galgo ha sido obra del Ministerio del Interior para distraer a los ciudadanos sobre la situación de crisis y que la fórmula de resolver el chantaje de los controladores también obedece al mismo objetivo, son elementos que sitúan a dirigentes populares en un permanente estado de ansiedad.

"Esta crisis que vivimos es causada por el paradigma conservador, no el progresista. Es el paradigma de la falta de regulación. Por primera vez en décadas tememos que nuestros hijos vivan peor que nosotros". Son afirmaciones de los dirigentes políticos reunidos en Nueva York que revelan cierto estado de miedo.

Si la ansiedad de unos es percibida como prometedor futuro partidista y el miedo de otros como búsqueda de oportunidades para todos, estaríamos ante los contratiempos importantes e inesperados que alteran las previsiones electorales.

Víctor Rodríguez Corbacho **

Mérida