Animos excitados en la tertulia dirigida por Antonio Jiménez en RNE. Se comentaba a la vez las agresiones a dirigentes del PP y la sesión en el Congreso del martes. Abrió Carlos Dávila: "No es grandilocuente hablar de subversión. Ayer --por el martes--, en el Congreso, Izquierda Unida presentó una moción para que el Rey declare la guerra en la que España no está. Luego vino la intervención de Anasagasti (alguien susurró: "pobrecito"). Hizo un ataque furibundo al jefe del Estado, ignorando que tiene limitadas sus funciones constitucionales. Lo peor es que el PSOE se abstuvo a la hora de votar la moción de IU. Que lo expliquen". Apoyó los argumentos Manuel Soriano: "La táctica ya se empleó contra Adolfo Suárez. Se busca el enfrentamiento institucional, la descalificación social y moral del partido del Gobierno, se utiliza a los sindicatos con fines políticos".

Juan José Armas Marcelo optó por mezclar ironía y desprecio: "Recalco la valentía de Anasagasti, no sólo por decir estas cosas en las Cortes, sino porque luego puede pasearse con sus hijos por Bilbao sin que le pase nada. Y cuando viene a Madrid dice que se siente rechazado. Es de vergüenza". Intervino, por teléfono, Josep Piqué, en tono duro y descalificador de la oposición, lo que permitió a Soriano ir más lejos en sus argumentos: "Se quiere hacer otro tipo de transición. La oposición está unida conjugando estos factores de cuestionar la Constitución, también desde los nacionalismos". Dávila reiteró sus ataques a Anasagasti, y Soriano remató: "Estamos como en 1981". ¿Antes o después del 23-F?