Reconozco que quizá vaya contra corriente, pero me parece una aberración tener que tragarme por televisión, a la hora de comer, la boda de un tal príncipe de Dinamarca. Pero ¡ojo!, no sólo La Primera, ya que a pesar del nuevo cambio político habría que decir, aunque me parece una barbaridad, dado mi forma de pensar sobre este individuo, ¡que vuelva Urdaci! y no por otro motivo, porque uno cambia de cadena y se encuentra con lo mismo. Dónde vamos a llegar. Esto parece la Edad Media con tanto príncipe, princesa, etcétera. Desde luego, con todo esto, no me parece hasta raro que algunos quieran beatificar a Isabel la Católica. Quiero creer que todo esto está motivado en el tema de hacer que tengamos un buen entrenamiento para aguantar la boda de nuestro Príncipe. ¡Vaya usted a saber! FEDERICO JOSE MARIN Jerez de los Caballeros