TLta situación de la política española es tan repugnante que tras el atentado cometido por ETA no se ha escuchado una palabra de condena hacia la banda terrorista por parte de la derecha y sus medios. Lo que sí se han escuchado han sido insultos. Parece como si durante todo este tiempo hubieran estado esperando un acto así para sacar toda su artillería.

En este atentado no solo ha habido dos víctimas. Hemos sido víctimas todos los españoles de buena voluntad. Los millones de españoles que deseamos la desaparición de ETA. Los que vimos con buenos ojos, y apoyamos, las negociaciones del Gobierno Aznar con ellos, aunque nos pareció insultante que les denominara "Movimiento de Liberación Vasco". Los que comprendimos que era necesario hacerles alguna concesión, como acercar a sus presos al País Vasco. Los mismos que sabíamos que era imprescindible concederles algunos beneficios. Incluso ser generosos, como prometió Aznar, aunque nos repugnara. Sospechábamos que podía haber atentados en el camino, y de hecho los hubo, pero creíamos que era un demostración de fuerza para intentar lograr más concesiones. Cuando se frustró la esperanza no insultamos al presidente, ni le echamos en cara su ingenuidad, ni le pedimos que hiciera un acto de arrepentimiento público. Lo lamentamos, nos dolió que no hubiera sido posible. El atentado pone de manifiesto que ETA no tiene la percepción de que el Gobierno esté dispuesto a rendirse. ¿Se ha retractado alguien de lo que viene diciendo desde hace tiempo?

A los españoles de buena voluntad no les importa el color del Gobierno que acabe con ETA. Lo que les importa es que acaben con ella con el menos coste posible. Y en ese camino siempre contará con la mayoría. Contra ETA, con este y con cualquier Gobierno.

*Profesor