WEwl Gobierno interpretó ayer como "la antesala de la paz" el comunicado difundido por ETA en el que se declara dispuesta a "llevar hasta el fin" el proceso abierto en Euskadi. Esta evaluación positiva de la declaración no impidió desautorizar la pretensión de los terroristas de implicar a Francia en la normalización de la política vasca, algo disparatado habida cuenta del cuidado permanente de las autoridades francesas en mantener los problemas de Euskadi dentro de los límites de España, y de la falta de base social que ETA tiene al norte de los Pirineos. El solo hecho de que el Gobierno de Villepin reaccionara a la declaración etarra desde el Ministerio de Asuntos Exteriores y no del de Interior traduce la dimensión extranjera que confiere al conflicto.

Pendiente de aclararse el envío de una última remesa de cartas de extorsión a empresarios navarros, los etarras están empeñados en transmitir la impresión de que controlan el tempo de la pacificación con las mismas atribuciones que el Gobierno español. Lo hicieron con la entrevista a uno de sus portavoces, publicada por Gara , y lo hacen ahora con la pretensión de ampliar el escenario de las negociaciones y aparentar que pueden poner condiciones a la paz.