WDw os horas después de queterminara la cumbre de París, unavión francés de la veintena que empezó

a sobrevolar Libia lanzó el primer ataque a un vehículo militar de las tropas de Muamar Gadafi. Aunque la coordinaciónde la coalición internacional encargada de hacer cumplir la zona de exclusión aérea correspondeal comandante de la Sexta Flota norteamericana,y EEUU también bombardea, es significativoque Europa, singularmente Francia y

Gran Bretaña, encabece las operacionesmilitares.

Si alguien quiere comparar el ataque a

Libia con la guerra de Irak, aquí tiene otroelemento que subraya las diferencias de manera inequívoca. En Irak, los pocos países europeos que respaldaron a George Bush eran meros comparsas, mientras que ahora han adquirido un protagonismo decisivo por razones políticas y de proximidad geográfica.

Otra diferencia fundamental es la participaciónde los países árabes en la ofensiva. La Liga Arabepidió que la ONU decretara la zona de exclusiónaérea y a la cumbre de París asistió el secretario general de esa organización, además derepresentantes de Jordania, Marruecos, Irak,

Qatar y los Emiratos Arabes Unidos.

Los países árabes rechazarían que Libia se convirtiese en un nuevo Irak, pero apruebanlos términos de la resolución de la ONU, quepretende la protección de la población civil libia de los ataques indiscriminados de los soldados y mercenarios de Muamar Gadafi. En este sentido, las operaciones militares se iniciaron tras comprobar que Gadafi no respetó el alto el fuego anunciado, sino que se lanzó contra Bengasi, feudo de los rebeldes,por tierra, mar y aire, con el objetivo de ganartiempo y terreno.

España concretó ayer su participación,que incluye cuatro aviones de combate F-18,además de un avión cisterna, otro de vigilancia marítima, un submarino y una fragata. Es una aportación que implica la posibilidad de entrar en combate directo, de lo que Zapatero informará el martes al Congreso.

Aunque algunos medios quieran utilizaresta decisión para intentar poner a Zapatero en contradicción con actuaciones pasadas, el apoyo casi unánime de los partidos políticos esperemos que condene al fracaso tales tentativas de enredar elambiente político.