Recientemente leía un estudio presentado por el Instituto de la Juventud de España en el que sociólogos de la Universidad Complutense desmitificaban la imagen negativa y estereotipada de nuestros chavales de hoy. Desmontando a un ni-ni , que así se llama el trabajo, acaba con la idea de la generación perdida, jóvenes que ni estudian ni trabajan, ni tienen interés en ello, y dedican su vida al ocio y al consumo. El porcentaje de chicos que actúa así es mínimo, apenas un 1%. Por lo tanto, esta generación tiene tanto o más que aportar que la mía o la de mis padres.

La idea de ni-ni está asociada a pasotismo. Por eso, en ella no tienen cabida, especialmente, quienes realizan labores de voluntariado, práctica, por cierto, mucho más extendida entre nuestros jóvenes. ¿Quién es entonces el ni-ni aquí? Este es el mejor ejemplo de que nuestro futuro está en buenas manos. Depende de personas más preparadas que nunca y, además, de gente que es buena gente.

La Unión Europea, que hoy celebra su día grande, ha querido destacarlo dedicando 2011 al voluntariado, y dándole un especial protagonismo a estos jóvenes capaces de compaginar el compromiso y la búsqueda de una sociedad mejor con sus preocupaciones del día a día, sobre todo en tiempos que no son fáciles para nadie. Y menos para los jóvenes. Esto demuestra que la Europa de lo económico no tiene que estar reñida con la Europa de los ciudadanos, de las sociedades voluntarias. Es más, ambas son necesarias y se complementan. El que uno de cada tres europeos sea voluntario es un dato que nos debe llenar de orgullo y que dice mucho de nuestro continente. Es un ejemplo más de que somos más solidarios que nadie --otro es que la Unión Europea es el mayor donante de cooperación al desarrollo del mundo-- y que la afirmación de que la Unión Europea de hoy es la Europa del capital, de los mercaderes, no es sino quedarse en la superficie de un proceso histórico mucho más profundo.

Estos últimos días, en Extremadura hemos celebrado nuestro europeísmo con diversas actividades enmarcadas en la conmemoración de este Año Europeo. Promovidas o apoyadas en muchos casos por la Red Extremeña de Información Europea (REINE), han dado pie a una movilización ciudadana y de voluntarios importante. Además, la mayoría de estas iniciativas se han lanzado con el apoyo de Alentejo y Centro, en el marco de la eurorregión EUROACE. Porque para luchar por sociedades justas no es imprescindible irse lejos, sino que puede lograrse también a través de una cooperación fundamentada en vivencias y valores compartidos.

Culminamos estas actividades con un acto común conmemorativo del Día de Europa, que se celebra hoy en Evora, recordando que las tres regiones, al igual que España y Portugal en su conjunto, llevamos un cuarto de siglo participando en Europa, logrando enormes éxitos y compartiendo y superando también esos momentos difíciles que siempre se sobrellevan mejor en compañía de los amigos más próximos. Porque muchas regiones de frontera, secularmente menos avanzadas que el resto de territorios europeos, estamos demostrado que sabemos enfrentarnos mejor a los efectos de la crisis económica, principalmente gracias al espíritu creativo y emprendedor que tenemos quienes hemos disfrutado de menos oportunidades que el resto, pero que a la vez aspiramos a convertir una situación geográfica poco ventajosa en un aprendizaje útil nacido de la convivencia de culturas en las que estamos inmersos.

Esta es nuestra marca. Somos transfronterizos. Somos multiculturales. Somos creativos. Y somos activos y participativos en Europa, única vía eficaz para conocerla bien. "Dime y lo olvido, involúcrame y lo aprendo", decía Benjamin Franklin . Lo son los jóvenes extremeños, sin duda. Y lo son también los menos jóvenes. En 2012 Europa se vuelca con conmemorar el envejecimiento activo. Europa está activa. Europa está en movimiento.

*Presidente de la Junta de Extremadura.