Lcolas y el uso masivo del vehículo privado para desplazarse diariamente crean un problema general y grave que rebasa la incomodidad y la pérdida de tiempo para los que cada día son prisioneros de ello. Los conductores no podemos pensar solo en nosotros y en nuestras necesidades, sino en qué podemos hacer para que el coche no salga a la carretera y no contamine. Pero hacemos ver, sobre todo los poderosos y los que tienen poder para cambiarlo, que no hay para tanto. Según los trabajos de investigación de las entidades y especialistas de los países del norte de Europa relativos a la movilidad, se considera que si coger el transporte público nos supone media hora más de tiempo que ir en vehículo privado, hay que coger el transporte público. Más tiempo se considera inviable y contraproducente. Es un esfuerzo que tenemos que hacer en beneficio del medio ambiente, de la salud y de una mayor tranquilidad en los desplazamientos. ¿Estamos dispuestos a invertir esta hora de más cada día, media de ida y media de vuelta? Es perfectamente asumible.

IMPUESTOS

Un análisis sobre el IBI en nuestra región

Ángel Morillo Triviño

Castuera

Más de un badulaque leería con seguridad este escrito sin en lugar de utilizar en el título la palabra “campeonato” hubiera puesto “champions”. Pero, ¡que desgracia!, no estoy por los vocablos anglosajones. Por tantos y tantos vocablos de tal idioma como utilizan en nuestro país cierta clase política y todo un conjunto de mandrias que porque saben leer y escribir (aunque sean medio analfabetos) hacen uso de cualquier palabro inglés (generalmente mal pronunciado y mal escrito) para dárselas de moderno y de “enterado”. No digamos ya los que utilizan los Altos Cargos de la Comunidad, y raro es que al IBI no lo llamen “Contribuccions” o algo así.

Para no liarnos, vamos a lo que vamos: los extremeños pagamos ¡106 millones de euros más! de IBI (de la Contribución rústica y urbana) que al inicio de la crisis.

Una vivienda de cualquier pueblo (Castuera ya se sale con el índice máximo permitido en la actualidad por ley) resulta que paga, seguramente, lo mismo o más que un piso en Madrid. ¡Increíble!, pero así es, según parece.

Y claro, hay que preguntarse a que es debido que tales alcaldadas ocurran. Pues, miren ustedes señores lectores, lo que ocurre, en mi modesta opinión, es que no todo el mundo, no todos los extremeños en este caso, pagaban el citado impuesto… al margen de que las actualizaciones del catastro “se olvidaban”.

Hay quienes (como una famosa Clínica ilegal) no habían pagado nada nunca antes hasta el año 2012/2013 (y tengo mis dudas de que ya si paguen) y ahora, que se están actualizando todas las Contribuciones (las “Contribuccions”, ya saben), la recaudación es muy superior.

¿Por qué ocurría así? Pues no hace falta haber pasado por Salamanca para adivinarlo: la política “utilizaba” el impuesto para, mediante el cobro a unos (lo máximo permitido, no hay que olvidarlo) y el “perdón” a otros, fomentar el clientelismo.

Así, por ejemplo, en este pueblo siempre ganaba y gana (el alcalde no quiere oír hablar del Impuesto de Bienes Inmuebles ni en su casa, que por cierto, era una de las viviendas que no pagaba desde el año 2007) el mismo partido, aunque sorprendentemente no sea el de la ideología mayoritaria de sus habitantes.

Lo dicho: el clientelismo y la sinecura, que ahora están perdiendo chance (¡toma inglés!), eran los artificies de la pobre recaudación que teníamos en todos los pueblos y ciudades; y de golpe, como es aquí habitual y como no podía ser de otra forma, hemos pasado a ser los triunfadores de la “Contribuccions League”. ¡Y todos tan contentos!