WLwa delegada del Gobierno, Carmen Pereira , ha dado una vez más muestras de que tiene un concepto inquietante de lo que significa el ejercicio de la labor informativa y la libertad de expresión. El expediente informativo que abrió para aclarar por qué un policía se hace pasar por periodista en una rueda de prensa se ha cerrado con la sorprendente conclusión de que tal proceder se debió al "exceso de celo" del agente en su investigación por informarse sobre "posibles puntos de venta de droga" (sic) en el barrio pacense de Los Colorines. Causa estupor pensar que una rueda de prensa se encuentra entre las actividades que la policía considera vigilables para obtener datos sobre el tráfico de drogas. El mismo estupor que causa el que se haya multado al piloto de una avioneta que portaba una pancarta en contra de la refinería por "originar desórdenes graves en las vías, espacios o establecimientos públicos" --¿cuáles fueron los desórdenes graves que causó?--, además de por negarse a ser inspeccionado --¿en vuelo?-- por la Guardia Civil. Con decisiones así la delegada da muestras de un autoritarismo y de un exceso de celo que no se corresponde con el calendario vigente y que debería haberse desterrado del proceder de todo representante de un gobierno progresista.