Antes de la invasión Irak era un avispero con el avispón macho (entiéndase Sadam) algo crecido. Solución USA: en nombre del petróleo lo arrasaremos todo. Aznar va y se lo cree. Pasado un año, las mentiras ocultas y soterradas van quedando bien claras. Resulta que desde el comienzo de la contienda el avispero de Irak se ha multiplicado y Bin Laden campea a sus anchas, pasándode por sus partes la miseria y la podedumbre de Afganistán y los desmanes imperialistas de un Occidente que delira. El expresidente Aznar puede considerarse satisfecho, en el momento de su retiro y dormir a pata suelta, sin que la mancha de la sangre derramada le venga a importunar en el remanso de tranquilidad de sus gloriosos y endiosados sueños. JOSE L. SANCHEZ MARTIN Sauceda de Pinofranqueado