Ni la sanguinaria ETA: bebés en sus cunas, niños, mujeres y ancianos abrasados en un hipermercado, los Jiménez Becerril ensangrentados, Irene Villa despedazada, el calvario de Ortega Lara , los asesinatos de Ernest Lluch, Francisco Tomás y Valiente , la fiscal Tagle o Miguel Angel Blanco, Eduardo Puelles quemado vivo en su coche, Isaías Carrasco tiroteado antes de las elecciones- ¡tantos inocentes anónimos!, ni la cal viva del GAL, ni la guerra de Irak, esa tierra torturada de la que ZP retiró las tropas pero a la que ahora manda guardias civiles, ni el terrorismo islámico, el 11 M y su tributo de horror por la participación de España en el desafinado concierto del desorden mundial, ni la ola de mujeres muertas por sus parejas, nada de esto amenaza más a la democracia desde el 23 F que la imputación del juez Garzón . Los magistrados del Tribunal Supremo, incluido Varela , fundador de la fascista organización Jueces para la Democracia son instrumentos del franquismo redivivo. El PP acosa al juez justiciero --¿por qué la Justicia universal no persigue a los genocidas de Hiroshima y Nagasaki?-- como venganza, porque todos sin excepción son unos corrutos fascistas descendientes de los que apretaban el gatillo en el 36, que como es bien sabido fueron solo de un bando. Si suspenden a Garzón, Franco volverá a ganar, como el Cid que vencía después de muerto, y la Universidad Complutense es de Berzosa que organiza allí los actos que quiere porque es el dueño, que eso significa en democracia ser rector magnífico. Almodóvar está en su derecho de encerrarse contra el franquismo confortablemente en España aunque no dijese pío de Irak en Hollywood, y Pilar Bardem también. Sardá contesta a la pregunta de si la Ley no es igual para todos: "¡Me toca las pelotas!". Los sindicatos se desgañitan por Garzón y tragan con el despido fácil a los trabajadores. La ministra Salgado goza porque hay paz social. Vivimos en España así que olvidemos el paro y revivamos el odio y las guerras de nuestros antepasados. Juzguemos a los muertos. Ahora es lo que urge.