Dicen que si Julián Muñoz, subteniente de La Brigada Malaya , cotizara en bolsa, sería un valor a tener en cuenta y comprar acciones.

Al parecer, el exalcalde y expresidiario en tercer grado está siendo plato muy disputado en el mercado de las cadenas televisivas. Según ciertos medios, Telecinco ya firmó un contrato para ponerle delante un micrófono y una cámara a este presunto delincuente.

Dado el caché del perillán, también Antena-3 estaba dispuesta a pagar generosamente la comparecencia de Muñoz en su pantalla. Pujó con 300.000 euros pero no fueron suficientes para superar los 350.000 de Telecinco.

Don Julián, que ya solo se mueve a través de asesores y representantes (como los políticos), escuchó múltiples ofertas, pero dada su condición de reo más mediático actualmente, tampoco podía prestarse a regateos que deteriorarían su imagen y bien ganado prestigio....

Lo que ignoraba la competencia interesada en contratar sus servicios, es que ya en junio del 2007, el exedil de Marbella, con varias condenas de prisión por causas urbanísticas, había trincado 70.000 euros a cuenta de Telecinco y otros 58.000 en octubre del mismo año. La seguridad y servicios en la trena hay que pagarlos y son caros.

Toda esta historia produce asco y repugnancia no solo por la cantidad que pueda percibir este cínico personaje, sino por el concepto que ampara dicha retribución. No es de recibo que una cadena de TV se preste a pagar un dineral a quien todavía no ha devuelto un solo euro de lo robado. Premiar este tipo de comportamientos es una indignidad.

Da la sensación de que padecemos una idiocia colectiva francamente preocupante. En fin, esto es lo que tenemos. Que nadie se queje porque somos nosotros quienes lo toleramos, fomentamos (en parte) y financiamos.

J. Tomás Cruz Varela **

Correo electrónico