TVticente del Bosque ha recibido su enésimo premio y pese a la tupa de fútbol que padecemos, encanta escuchar a un hombre que es prodigio de mesura, sensatez y educación. No soy tan ingenua como para pensar que triunfa porque es buena gente, sincero, humilde y no porque sus chicos ganaron el Mundial, mas posiblemente presionados, humillados, puestos en evidencia o maltratados no lo hubieran conseguido. A lo mejor por eso el Madrid se estrella una y otra vez. Ser faltón y grosero puede favorecer el brillo fugaz de quien comprueba --entrenador o mujer de torerillo-- que insultar es ruta fácil para la popularidad, pero siempre será éxito de corto recorrido. Y aunque parezca exótico el ejemplo, les contaré el curioso caso de una madre china, respetada profesora de universidad que alcanza polémica fama en EEUU por sus recomendaciones educativas. Hay que criticar, castigar y humillar a un niño si no da la talla. Asegura la dulce dama que decidir por los hijos, presionarlos, llamarlos basura, perezosos, patéticos y cobardes es receta triunfal. Tuvo a su hija en vela toda la noche haciendo 2.000 problemas de matemáticas y no la dejó levantarse ni para hacer pis. La madre tigre lo es de dos retoños que no solo no la odian sino que le están tremendamente agradecidas por todo lo que han sufrido. ¿Qué es para esta buena señora el éxito? ¿En qué cifra la felicidad de sus niñas? Hoy leo con deleite que la futura ley de Extremadura señala como objetivo irrenunciable de los profesores la formación integral y el pleno éxito educativo del alumnado. Pero como las palabras son a menudo interpretables algo me chirría. Sigo convencida de que no se consumará la tropelía de premiar económicamente al profesor que ponga mejores notas pero me gustaría saber qué considera el legislador pleno éxito educativo. La educación es a largo plazo. Las calificaciones solo miden los resultados. Los atajos --¿por motivos políticos?-- son engañosos. La paciencia, el esfuerzo, la disciplina y el cariño son el único camino. No el estilo agresivo. Tampoco regalar las notas.