Estoy totalmente convencido de que, a una gran mayoría de ciudadanos, nos encantaría que alguien , dotado de suficiente preparación y conocimientos nos explicara, con un lenguaje comprensible, lo que verdaderamente ha ocurrido en nuestro pais para llegar a la situación en la que nos encontramos inmersos.

Si en efecto y tal como se nos ha contado y repetido machaconamente, gozamos del mejor control financiero del mundo y los índices de morosidad declarados por bancos y cajas de ahorros son perfectamente asumibles... ¿A qué viene esa urgencia de proveer con 25 billones de las antiguas pesetas para socorrer a las entidades financieras? Dichas entidades, durante el año 2007, declaraban beneficios trimestrales de dos dígitos y unos crecimientos porcentuales sobre el año anterior que ya quisieran para sí muchas empresas de otros sectores. Nadie se escandalizaba y todo parecía de lo más normal... Incomprensible... ¿verdad?

Ante el presente escenario, solo nos queda pedir, reclamar y exigir a Gobierno y Oposición, que a través de los organismos más adecuados, administren y controlen con el mayor rigor posible, hasta el último euro de la cuantiosa dotación que van a recibir las entidades de crédito, e igualmente se informe a los administrados en base a qué criterios serán adjudicados estos fondos y de qué forma llegarán a pequeñas y medianas empresas y particulares.

Lo que sería imperdonable, y que nadie olvide que el pueblo tiene memoria, es que los bancos se fueran de rositas de esta crisis, mientras que miles de españolitos de a pie, por el momento, solo reciben negativas a sus peticiones para atender los más elementales agobios económicos...

Mientras no desaparezca el miedo, inseguridad y desconfianza, el Plan de rescate financiero no funcionará tal como lo está demostrando la bolsa con sus continuas caídas e inestabilidades. Obsérvese que precisamente, a pesar de todos los planes de salvación , la banca está siendo el sector más castigado y perdiendo credibilidad por días...

Todos tenemos algún amiguete bancario ; nada que ver con banquero al cual, con mucha educación y sin ofender le hemos preguntado... ¿tú crees que mi dinero estará seguro aquí?... La respuesta la conocemos de sobra... ¿y la verdad?... ¿también?...

José-Tomás Cruz Varela **

Correo electrónico