La La mayoría de las personas aman los lugares donde nacieron, forman parte de ellos como el paisaje o el ulular del viento, y se sienten vinculados con los escenarios de su infancia, se identifican con cada una de las sombras que en ellos proyecta el paso del tiempo, y las hacen suyas como un envejecimiento que les es propio, y nada encuentran comparable con el declinar del día sobre los extramuros, sobre esas calles angostas y solitarias cargadas de innumerables vivencias, donde uno se siente atrapado por una extraña sensación de afecto y de pertenencia. Basta oír a los que en otro tiempo tuvieron que partir, cada uno de ellos guarda en su corazón una llave a propósito para el regreso, por eso conviene preservar en el recuerdo cada una de estas páginas y de sus entrañables fotografías, como si de algo valioso y prestado se tratara, algo que nos pertenece solo temporalmente.

Una vez consumada la liturgia de esta legislatura, se abre paso a un nuevo proceso electoral. Las aves del otoño auguran un periodo de tempestuoso silencio, un espacio de indefinición y de cambio, aunque haya quien contrariamente se empeñe en seguir sosteniendo que aún queda recorrido, que aún es posible un tramo de aprovechable continuidad. Ha llegado la hora de levantar nuevos proyectos sobre el solar de lo antiguo, los partidos políticos comienzan a engrasar su maquinaria, a urdir sus estrategias, a perfilar sus programas, a buscar un rostro para cada cartel, el perfil omnisciente que concite mayores afinidades, alguien capaz de despejar incertidumbres y sustanciar las diferentes aspiraciones de la ciudadanía, alguien ungido con el carisma de la buena fe, la capacidad, y la prudencia, pero también alguien tocado por la gracia de lo intangible, poseedor de una retórica capaz de encandilar a quien espera encontrar lealtad a unos principios, el compromiso con el entorno y el paisanaje, la coherencia o la integridad, una confianza basada en el crédito de una trayectoria personal.

XNO CONVIENEx hacer vaticinios o prospectivas sobre el futuro, sino mirar en el libro del pasado, y de su relectura concluir qué pudo haber ocurrido si las condiciones hubieran sido diferentes, si los que estuvieron hubieran sido otros, si se hubiera obrado de tal forma y no de aquella, si los que gobernaron se han hecho más acreedores a nuestra confianza que los que pretenden conquistarla, si se han ganado el derecho a la continuidad o merece la pena aventurarse por un cambio de rumbo; la respuesta está en el electorado y en el arte que cada uno tenga a la hora de despertar expectativas.

Siendo fundamental el acierto en la gestión, no conviene olvidar otro tipo de consideraciones como la filosofía política que inspira los hechos, el principio de solidaridad, la forma de afrontar ciertas cuestiones y de priorizar determinados posicionamientos, el marcado carácter social en políticas asistenciales, de juventud, de acceso a la vivienda, de creación de empleo, de desarrollo agropecuario y empresarial, de innovación, e investigación, la sensibilidad demostrada hacia aspectos sanitarios y de política educativa, la adaptación de las enseñanzas universitarias a las demandas reales, la preservación del espacio natural y cultural, el mantener unas adecuadas relaciones con Madrid, el desarrollo autonómico de nuestra comunidad en el nuevo marco estatutario, en definitiva, alguien capaz de crear las condiciones necesarias para hacer de Extremadura una comunidad más próspera, más justa y más feliz.

Las elecciones municipales y autonómicas tienen ese marcado carácter afectivo al que se hacía referencia al principio, son queridas porque son cercanas, porque materializan la esencia de la democrática en la concepción de lo próximo inmediato, lo que lleva a que nuestra decisión no deba estar mediatizada por consideraciones ideológicas o por el convencionalismo de lo político, sino por la praxis de lo necesario, lo que significa optar por las personas más que por el frío de unas siglas, optar por equipos más que por la figura personalista de un candidato, fiarnos más de los hechos que de las palabras.

La realidad política extremeña ha experimentado cambios respecto a comicios anteriores, diferentes líderes encabezan algunas candidaturas importantes, la confluencia del voto regionalista hacia otras formaciones, la irrupción en el panorama mediático de la televisión autonómica, todo ello hace que existan diferentes variables a la hora de enfrentarse al voto. Extremadura ya no es aquella tierra de callada resignación. Como en las sociedades abiertas, se optará por quienes sean capaces de comparecer ante la ciudadanía con un proyecto adaptado a las características de este tiempo, quienes defiendan los intereses de esta comunidad por encima de cualquier otra consideración, quienes acierten con las claves que mejor desarrollen las potencialidades del mundo rural y las del urbano.

*Profesor