WLwa Extremadura rural se ha convertido en uno de los destinos preferidos de aquellos que optan por abandonar las grandes urbes, los neorrurales . Un dato a tener en cuenta, sobre todo en un momento en el que la Unión Europea desarrolla sus estrategias de futuro basadas en políticas dirigidas a evitar el despoblamiento del mundo agrario. El avance experimentado en determinadas infraestructuras y comunicaciones --la comunidad es pionera, por ejemplo, en implantar ADSL en el entorno rural--, incrementa el valor añadido de la riqueza patrimonial y paisajística de la Extremadura con menor peso demográfico.

En ese sentido, muchas de las acciones futuras que con financiación europea emprendan las administraciones extremeñas, deberían abrir ese abanico a potenciales extremeños , cansados de la gran ciudad, que encuentran en esta comunidad un nuevo yacimiento donde asentar sus vidas al amparo de las nuevas tecnologías y las posibilidades de deslocalización que permiten ciertas actividades terciarias. Ahora, el reto para los poderes públicos es conseguir que esta alternativa de desarrollo sostenible se asiente en los pueblos y no busque sólo un espacio independiente entre los paisajes de Extremadura.