Hace unos días Newtral, la entidad verificadora creada por Ana Pastor, la periodista de La Sexta, publicó un informe sobre la transparencia de las diferentes Comunidades Autónomas en los datos del Covid19. A nadie le sorprenderá que Extremadura cierre esa lista, sea la peor región de todas en transparencia y no cumpla absolutamente con ninguno de los muchos criterios que se planteaban en el estudio. Ninguno.

Este es un dato que, como todos, es opinable e interpretable pero no es rebatible: cualquiera puede desde su Smartphone o su portátil hacer el ejercicio de entrar en las diferentes páginas webs de las distintas CCAA de nuestro país y revisar la cantidad ingente de datos, gráficos, mapas, informes y documentos a los que se puede acceder. Desde Madrid a Cataluña pasando por Asturias o Galicia. Todas hacen de sus páginas webs auténticos elementos de transparencia para sus ciudadanos.

Aquí no. Aquí, ante el silencio de todos, la Junta de Extremadura oculta cualquier dato y únicamente se puede acceder a un PDF con los casos del día anterior, documento que es sustituido al día siguiente y que no se deja publicado. Nada. La transparencia sale por la ventana cada vez que los socialistas entran por la puerta en Extremadura, sobre todo y ante todo porque consideran la Junta de Extremadura su cortijo particular, y sienten que con una mayoría absoluta como la que disfrutan no deben dar explicaciones a los extremeños.

Es cuanto menos curioso que mi blog tenga infinitamente más datos sobre la crisis sanitaria en nuestra región que la web oficial de la institución que nos representa a todos, fundamentalmente porque algunos lo hacemos por afición y ellos deberían hacerlo por obligación con sus administrados, los extremeños, y por ética y decencia política.

Así, tratan de ocultar como el INE ya habla de 1.166 fallecidos en Extremadura por culpa de esta pandemia, muchos más de los que admiten Vergeles y Vara, o como nuestra mortalidad en esta segunda ola es la tercera más alta del país o la letalidad, esto es , los fallecidos en función de los infectados nos sitúa como el segundo peor sistema sanitario del país solo por detrás de Asturias.

Estos datos se hurtan a los extremeños por un puro interés político, un espurio intento de engañar a los ciudadanos de nuestra región continuamente y tapar su nefasta gestión, esa que nos tiene a la cola de todos los indicadores nacionales.

Los extremeños demandamos de nuestros gobernantes que no nos mientan , que a sus golpes en el pecho de honradez le sigan ejemplos palpables. Que se asuman los errores, que se haga frente a las deficiencias del sistema , que se asuma que se está fallando en casi todo. Los extremeños piden transparencia en sus datos, y la piden también en la negociación del fondo de resiliencia, el denominado por Europa NextGeneration EU o en la PAC.

Si España se la juega, Extremadura que ya estaba en la UCI se la juega aún más. Necesitamos una negociación transparente de estos fondos. Ya no está Rajoy en Madrid para echarle la culpa de todos nuestros males, ahora la culpa la tienen otros. Si Extremadura sale maltratada como ya lo somos a en infraestructuras o inversiones, será por culpa de dos negociadores del mismo partido. Y los extremeños pedimos transparencia en estas negociaciones, queremos saber qué se le concede a Cataluña, País Vasco o Cantabria por sus votos en los Presupuestos Generales del Estado de 2021 y qué se le asigna a Extremadura. Queremos saber si nuestros gobernantes regionales siguen poniendo a su partido por delante de sus administrados o, por el contrario, pelean con Sánchez con la misma beligerancia que lo hacían antes de 2018.

Soy poco optimista. La web de la Junta de Extremadura y su opacidad es una muestra de lo que suponemos para este gobierno regional. La única Comunidad Autónoma que no ha subido el sueldo a sus funcionarios sin desgaste alguno y solo con CSIF denunciándolo públicamente y con el resto callados. Una región anestesiada, que convenientemente adormecen haciendo lo único que los socialistas saben hacer bien: pagar favores con dinero de todos.

La opacidad es una forma de hacer política del siglo pasado que quien la practica acaba pagando, porque no se puede engañar a todos todo el tiempo. Es inmoral.

*Diputado del PP por Badajoz