Ayer tuve la ocasión de asistir como invitado a la presentación del estudio Chequeo al sistema educativo en España y Extremadura, 2019, que presentaba Don Miguel Ángel Sancho, presidente de la Fundación Europea Sociedad y Educación.

El estudio venía a mostrar datos estadísticos publicados en diversos informes nacionales e internacionales, investigaciones y evaluaciones de todo tipo donde año tras año nos sitúan a la cola de todo lo habido y por haber, y que sorpresiva y satisfactoriamente el ponente ponía en duda, con la realidad de la Autonomía, reconociendo que quizás no hayan sido del todo valoradas en su justa medida, coincidiendo con él en muchos aspectos.

Uno de los datos que me llamó la atención y que tuve la oportunidad de discutir fue el gasto por alumno en Extremadura en comparación con otras comunidades. Efectivamente, Extremadura no gasta tanto por alumno como el País Vasco, pero sin embargo nuestro esfuerzo en educación es mucho mayor, pues porcentualmente Extremadura es la que más dedica en relación a su PIB (Producto Interior Bruto) a nuestro alumnado. Si una familia tiene 40 euros y dedica 15 a Educación no es comparable a la que tiene 20 y dedica 12. Sin embargo, y contrariamente, Extremadura lidera las estadísticas en cuanto a ordenador por alumno, y lamento que decir que como si le damos uno cada alumno, si no formamos al profesorado en su uso y metodología pedagógica aplicada al alumno, y nos limitamos a comprar ordenadores, podemos utilizar las tablets hasta para cortar patatera.

Otra coincidencia con el ponente son las malentendidas ratios por aula. No podemos ni debemos decir por respeto a nuestros docentes que se sobreponen con esfuerzo día a día a las dificultades propias de la escuela rural, unitarias o despoblación que tienen pocos alumnos, ni al compañero de los grandes núcleos de población que están a 25 alumnos con varios Acne (Alumnos Con Necesidades Educativas Especiales) o Acneae (Alumnado Con Necesidad Específica de Apoyo Educativo), que hay sobredotación de docentes por mucha estadística ministerial que haya. Decenas son las estadísticas discutibles, no tantas, pero todavía son demasiadas las no discutibles.

Pasamos en su día de la UCI a la UVI, y nos queda poco para pasar a planta, muy poco. Ni somos tan malos, ni tan buenos por nuestras circunstancias, aunque mejoramos a mejor ritmo que el resto, y las medallas, señores, se la deben exclusivamente a nuestros docentes.

* Maestro