Extremadura es, desde ayer y hasta mañana, el escenario en que transcurre la Vuelta Ciclista a España, un acontecimiento que, debido a la atención que recibe de los grandes medios de comunicación, coloca a la región en primer plano del escaparate nacional. La Vuelta es, además, un buen negocio, basta comprobar que llena los hoteles. Merced a la Vuelta hoy se hablará en nuestro país de Olivenza, Cáceres, Plasencia..., lo cual es una oportunidad, aunque sea fugaz, para dar a conocer al resto de los españoles una imagen de Extremadura como región ilusionada y con proyectos de futuro. Sin que suponga un desmerecimiento de Cáceres o Plasencia, tal vez un buen ejemplo de ello lo puedan encontrar los medios que siguen la carrera en la propia Olivenza, por ser una población de 10.500 habitantes que ha sido capaz no sólo de traer la Vuelta, sino de hacer que aquí se viva una jornada de descanso, lo cual supone multiplicar por dos los beneficios --sobre todo para la hostelería de Badajoz-- de la carrera. Olivenza, además, no pierde ocasión para proyectarse fuera de la región, con acontecimientos como la Feria del Toro o la organización de etapas nacionales de rallies. Un esfuerzo por ser conocida en España que constituye un ejemplo de lo que quiere ser Extremadura.