THtubo un tiempo en el que la falta de trabajo y las nulas perspectivas de futuro hicieron que muchos extremeños lo abandonaran todo, emigrando a las zonas industriales de España y del extranjero. Irse para ganar dinero- Y la gente se iba, porque el hambre empujaba. La marcha de aquellos fue una sangría demográfica que marcó la población de nuestra región durante años.

Cataluña fue el principal destino, por eso Extremadura está allí muy arraigada, no sólo en el cinturón industrial de Barcelona, también en Sant Bertomeu del Grau, donde llegaron de Campanario; a Sant Boi de Llobregat desde Azuaga y al Prat de Llobregat, los de Garrovillas de Alconétar.

En su viaje no sólo llevaron la maleta atada con cuerda de pita, también se llevaron cuanto aprendieron de sus padres y que ha permanecido en sus corazones, por eso tienen sentido las casas regionales, el lugar donde sentirse extremeño en el corazón de Cataluña. Y donde la colaboración institucional es fundamental con quienes hicieron grande aquella región de España.

Hace unos días el presidente de la Asamblea de Extremadura, Ramón Ferreira , inauguró en el Parc Nou de Prat de Llobregat la exposición XXV Aniversario del Estatuto de Autonomía y de la Asamblea de Extremadura . Minutos antes, en el salón de plenos del Ayuntamiento del El Prat de Llobregat, Ferreira destacó "la Extremadura de hoy" y defendió con firmeza la emisora Radio Unión de Cataluña, amenazada de cierre por la Generalitat.

Hoy a Unión Radio, la radio de la emigración, no le han renovado la licencia por orden de la Generalitat. ¿El problema? El problema es que emite en español y dentro de su emisión destaca el programa rincón extremeño , donde se ensalzan los valores de nuestra Extremadura. Porque el objetivo es no perder las señas de identidad de nuestra región. No sé si entenderán algo de esto las actuales autoridades catalanas.