Los restos del Prestige siguen flotando en el dial en el arranque del curso tertuliano. No están en primera línea, pero están. Bernando Cremades dijo ayer en Casa Del Olmo (Onda Cero) que la judicalización e internacionalización de la catástrofe traerá consecuencias: "Los franceses nos van a llevar al huerto; Zarzalejos (director de Abc ) escribía días atrás que cómo se podía criminalizar al Gobierno español, pero no se trata de criminalizar, sino de la responsabilidad del Estado español por el funcionamiento normal o no de los servicios públicos; puede haber una factura para el Reino de España". Cristina Alberdi replicó que estaba por ver y polemizaron.

Carlos Rodríguez Braun se alineó con Cremades: "No será la primera vez que se centrifuguen las responsabilidades y acaben pagando los contribuyentes". José Antonio Gómez Marín se alió con Alberdi: "Ni en el caso del Erika ni en otros desastres petroleros se ha criminalizado a los países afectados". "Sería el colmo", le apoyó Alberdi, antes de recordar que "Chirac dijo que no haría nada contra España". Cremades negó la aseveración de Gómez Marín, y éste se mostró explícito: "Hay que quitar de la opinión pública la idea de que el Gobierno español es responsable del hundimiento del Prestige por separar al barco de la costa". "Hay --replicó Cremades-- tres tipos de responsabilidades: la prevención de la catástrofe; las decisiones de apartar o no el barco, que llevan a su rotura; y la gestión de la catástrofe y sus consecuencias". Y Alberdi se lo afeó --"Dales ideas, Bernardo"--, aunque convino que tenía razón.