TEtsta semana hemos tenido una buena noticia. El paro ha bajado en España y en Extremadura. Aunque es preciso analizar lo que se esconde detrás de las cifras. En alguna ocasión he compartido con ustedes mi visión sobre la repercusión que tendría el frenazo de políticas productivas en nuestra tierra y el tiempo ha confirmado que no había errado.

El paro ha bajado con respecto al año anterior, sí. Pero, este año hemos tenido dos gobiernos y las distintas políticas de uno y de otro han tenido una importante incidencia en el resultado final.

En el primer semestre de 2015, el paro registrado bajó en Extremadura en 18.162 personas. No solo era la primera vez desde 1998 que el paro bajaba de forma consecutiva en esos seis meses, sino que además era el mayor descenso de toda la serie histórica.

Por el contrario, en el segundo semestre del año el paro se ha incrementado en la región en 7.155 personas, el peor dato desde 2012, año en el que estábamos inmersos en la segunda fase de la recesión, con la economía cayendo el 3,6%, justo al revés que ahora --crecemos al 3%--.

Algo muy similar ocurre con la afiliación a la Seguridad Social. La media mensual de afiliados creció en 15.068 personas a lo largo del primer semestre del año, también el mejor dato de toda la serie histórica. En cambio, durante el segundo semestre ha caído en 7.245 personas, que, al igual que el paro, es el peor dato desde 2012.

Si se hubiera mantenido el ritmo interanual de bajada del paro que llevábamos en el primer semestre, el promedio era el 9,3%. Habríamos terminado 2015 con 2.000 parados menos que los registrados a 31 de diciembre. Esto evidencia que la paralización de las políticas activas de empleo, el frenazo a la inversión y a las medidas de estímulo económico han tenido ya serias consecuencias en estos primeros seis meses de legislatura de Vara .

Sin las medidas implantadas por el gobierno de Monago y del PP en el primer semestre del año, Vara no habría sido capaz de salvar el dato interanual de desempleo. Me asombra que ande más preocupado en repetir la música del titular que en cambiar la letra que se esconde tras él. Para letras, las de Sabina : "Es mentira que un bulo repetido, merezca ser verdad".