XExl no de los ciudadanos franceses y holandeses a la Constitución europea coloca a la Unión frente al muro. El Tratado de Maastricht encendió una alarma que los gobernantes de entonces no tuvieron el talento político de interceptar. El resultado de aquella carencia se está pagando ahora con lo que podríamos llamar la rebelión de los extremos. Y es que la Constitución no gusta ni a la derecha más reaccionaria, que teme perder soberanía, ni tampoco a la izquierda más radical, que ve en el Tratado el caballo de Troya del neoliberalismo.

El resultado está a la vista: estamos empantanados. Europa está empantanada. Sin Francia y Holanda, países fundadores de la Unión, no se puede seguir adelante. Ahora es la hora de la política, pero para eso hacen falta líderes. Chirac está gastado y desacreditado; Shröder vive con el agua al cuello porque Alemania parece que se dispone a dar la espalda a los socialistas; Blair no cree en Europa más que lo justo; Berlusconi no cree en nada y Zapatero se maneja mal fuera de casa porque hasta que llegó a La Moncloa su interés por la política internacional era perfectamente descriptible y esa carencia está pasando factura.

Quiero decir que un liderazgo internacional no se puede improvisar de la noche a la mañana. Tampoco Durao Barroso es Jacques Delors . En encrucijadas como ésta se echa de menos a dirigentes políticos como Felipe González o Helmut Khol . Gentes con una idea pensada y repensada de Europa, que evite a toda costa las improvisaciones o los latiguillos que escuchamos estos días. Falta liderazgo político en Europa.

Los ciudadanos no leen los tratados pero los pueblos tienen instinto y suplen a base de olfato algunas de sus carencias.

En España, el presidente Zapatero --cuyo europeísmo está hecho de frases hechas-- salvó el referéndum por los pelos: cuatro de cada diez ciudadanos pasaron de votar. Antes de ayer, Rajoy , el jefe de la oposición (que hizo campaña a favor del si con la boca pequeña), parecía alegrarse del no de los franceses. ¡Qué broma! Está claro que falta liderazgo.

El resultado de las dos consultas de esta semana está a la vista: estamos empantanados. Sin Francia y Holanda, países fundadores de la Unión Europea, no se puede seguir adelante. Ahora es la hora de la política, pero para eso hacen falta líderes