Es increíble la poca sensibilidad que demuestra la gente con respecto a los recortes. Son necesarios para nuestra sociedad. Debemos aceptarlos y bendecirlos. Parece mentira que nadie sea consciente de esta urgencia. Hemos vivido derrochando y ha llegado el momento de poner coto a tanto despilfarro.

A modo de ejemplo, siguen algunas propuestas de posibles afeites inmediatos. Recorte de 951 millones de euros que el Ministerio de Industria destina a investigación militar. Recorte del 60% del presupuesto del Ministerio de Defensa, que asciende a 9.154 millones de euros. Para ganar eficiencia, supresión de los diversos organismos autónomos del Ministerio de Defensa que acarrean 1.218 millones de euros. En general, reducción del 80% de los más de 18.000 millones de euros que gastamos (casi 50 cada día) en defensa, sin estar en guerra. Recorte de los 11.559 millones de euros que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha concedido a 33 cajas de ahorros, que habían gestionado mal sus (nuestros) fondos. Cancelación de las pensiones vitalicias --que superan los 6.000 euros mensuales-- para los excargos políticos. Supresión del privilegio de los diputados para optar con solo siete años a la jubilación, cuando lo legal son 35. Recorte de complementos, bonificaciones, gastos de representación, de libre disposición y demás emolumentos de los diputados, y que solo reciban su sueldo oficial y no otras retribuciones como hasta la fecha. Recorte del 70% de los 35.000 coches oficiales de las diversas instituciones públicas del país. Recorte del abusivo sobrecoste farmacéutico de las medicinas que receta la Seguridad Social. Reducción del 50% en gastos de propaganda electoral para todos los partidos políticos. Cancelación de la construcción de más aeropuertos fantasma y demás infraestructuras sobredimensionadas-

Es necesario que todos seamos conscientes de la necesidad de estos sacrificios. ¡Recortes ya!